sábado, 26 de mayo de 2012

LA PASIÓN DE SIR ANTHONY


Jean-Auguste Dominique Ingres

La ráfaga que entró por la ventana amenazó con apagar la tímida llama de la vela que se hallaba sobre el escritorio de Lord Baskerville. La cabeza y parte del torso desnudo del hombre estaban desmoronados sobre una montaña de papeles retintados de azul profundo, producto del vuelco del tintero. Su brazo derecho le colgaba a un lado y la mano había dejado caer la pluma que descansaba, ahora, sobre el piso amoquetado. La casa, vacía de sirvientes, entrañaba tórridos secretos.
Lord Baskerville había releído y corregido un texto hasta caer exhausto. Sobre la cama ubicada en el opuesto de la recámara, dormía Lady Marian, esposa de Sir Anthony, hundida entre sábanas, almohadas y cojines, que apenas dejaban libre a la contemplación el delicado contorno de una de sus piernas. Sobre el lecho pecaminoso Lord Baskerville había poseído a Lady Marian infinidad de veces, siempre a escondidas y a expensas del anciano e impotente Sir Anthony.
Convertido en hazmerreír de la corte del Rey George, Sir Anthony apenas se dejaba ver en público. Cuando lo hacía, era Lady Marian quien empujaba su silla de ruedas y le secaba el sudor de la frente con pañuelos de fino algodón traído de las plantaciones coloniales. El anciano aceptaba los cuidados de su joven y bella mujer, a pesar de las habladurías y chismes que lo hacían destinatario de la sorna y el destrato de sus pares, siempre con gesto adusto y un rictus imperturbable.
En la intimidad de su habitación, cuando Lady Marian dormía en casa, el viejo disfrutaba de la desnudez de su esposa. Acostumbraba a sentarse en su sillón para luego verla desvestirse con los ojos inyectados y la humillante flaccidez de su miembro. Lady Marian solía quitarse la ropa frente a su añoso marido, el que la observaba no reprimiendo la producción de una baba que le corría por la comisura de los labios hasta perderse por debajo del mentón, al mismo tiempo que se frotaba los genitales de modo patético y lastimero.
La piel de Lady Marian era tersa y blanca. Sus pechos llenos estaban coronados por pezones grandes y claros. Sus muslos eran fuertes al igual que las pantorrillas. El triángulo de su pubis desprovisto de vello ofrecía dos labios gruesos y apretados, que por lo general estaban  delicadamente humedecidos. El rubio y abundante cabello le caía hasta la cintura y todo su cuerpo olía a rosas y a lavanda. 
Entregada a la pasión de Lord Baskerville, Lady Marian aceptaba siempre de buen grado las propuestas sexuales de su amante. A instancias de éste provocaba al anciano Sir Anthony y luego le relataba el patetismo del viejo para que su amante lo volcara al papel y novelase sus historias de alcoba.
Cuanto más profundo la penetraba Lord Baskerville, más sensualidad le dictaba Lady Marian en clave de susurros ahogados y rítmicos jadeos. Solían conversar a posteriori de hacer el amor y escribir sus confesiones y deseos enmarañados en el lecho. Por lo general era Lord Baskerville quien empuñaba la pluma y Lady Marian quien narraba. Mientras lo hacía se refregaba sobre la espalda de su amante y amanuense, y le hacía sentir el contacto de su sexo cálido y resbaloso.
En las ocasiones en que era Lady Marian quien escribía y Lord Baskerville el que discurría, la joven se sentaba a los pies de la cama, apoyaba las hojas sobre los muslos y abría las piernas para que su amante y narrador desplegara toda su libido literaria bajo el influjo de su vulva expuesta.
Con el tiempo: las historias de Lord Baskerville y Lady Marian se hicieron muy populares; y dado que el Lord era también un avezado impresor, primero las publicó como folletines y libelos, y más tarde como libros de bolsillo que cautivaron a la sórdida y circunspecta sociedad anglicana, que consumía con fruición silenciosa las ficciones transgresoras urdidas en la cama de los amantes aristócratas.  
Bajo el cuño autoral de un enigmático y ficticio Conde De La Croix se publicaron un sinnúmero de apostillas eróticas que iban desde las ardorosas confesiones de una virgen adolescente, hasta el testimonio de la promiscuidad de unos chavales que en tríada estaqueaban y sometían a desdichadas rameras en los suburbios citadinos. Pero, no fue sino con la historia del noble impotente y lascivo que devino la tragedia.
Sir Anthony aceptaba ser engañado flagrantemente y que su honra mancillada fuera comidilla de la nobleza, a cambio disfrutaba de su voyerismo privado, única redención para su hombría maltrecha por los años; pero, de allí a ser el bufón del vulgo, había un largo trecho que no podían consentir ni tolerar, ni siquiera, su carácter pusilánime y sus fuerzas idas.
Fue así que una noche igual a otras tantas, cuando Lady Marian salió de la casa para no volver hasta el otro día, Sir Anthony la siguió con su renguera de perro, pues el viejo se movía en la silla de ruedas para evitar mayores esfuerzos, pero no porque estuviera postrado. Grande fue la sorpresa del anciano al ver que su esposa entraba en la propiedad de Lord Baskerville con la naturalidad de los habitúes. 
Aprovechando la penumbra, se aventuró en los cuidados jardines de la Mansión Baskerville y desde allí pudo observar la tenue luz de la recámara principal, percibir los gemidos de su mujer y mortificarse con la presunción de las potentes embestidas del apuesto Lord sobre el cuerpo húmedo de su mujer adúltera.
Con la hidalguía de un verdadero caballero aguardó al pie de los ventanales bajos custodiado por los arbustos prolijamente recortados, y aun resistiéndose fue rindiéndose a plurales sollozos mudos con cada orgasmo atestiguado con alevosía por los incautos amantes. Paciente, esperó pues que Lady Marian se durmiera y que Lord Baskerville cayera exhausto.
Luego, alentado por la ventisca que se había desatado, como un delincuente entró a la insigne casa y atravesó la sala y la biblioteca de la planta baja. Tardó en subir las escaleras con su renguera a cuestas, pero, una vez arriba, y aún algo agitado, no tardó en hallar la habitación de Lord Baskerville.
Sigiloso entreabrió la puerta y vio a Lady Marian en el lecho arropada por almohadas y cojines, en tanto que su amante roncaba desnudo encima del escritorio, ubicado en el opuesto. Sin detenerse a pensar ni siquiera un minuto acerca de la criminalidad del acto que estaba pronto a perpetrar, sacó de su chaqueta un puñal y lo hundió sin piedad en la espalda de Lord Baskerville, atravesándole los pulmones y el corazón. El hilo de sangre que manó de la boca de la víctima se confundió con la tinta volcada del tintero, prolongándose en un reguero serpenteante de color violeta y consistencia espesa. Sin darse resuello se dirigió a la cama y con un renacer de la vitalidad que otrora luciera, asfixió a la mujer con una de las almohadas que la circundaban, sin sentir el mínimo atisbo de culpa o dolor.
Satisfecho, como llegó se fue, arrastrando cansino su renguera de perro.
Ya en su casa, se acostó a dormir y en sueños le hizo salvajemente el amor a Lady Marian bajo la atenta mirada de un Lord Baskerville impotente y voyerista. Y, entonces, oníricamente, sonrió.

Ricardo Tejerina / 2012

lunes, 21 de mayo de 2012

CASI NORMALES, CASI PERFECTA



Ayer, domingo 20 fui al teatro Apolo de la Avenida Corrientes (CABA) a ver Casi Normales, el musical protagonizado por Laura Conforte, Alejandro Paker y elenco. A fe digo que se trata de una pieza que desborda calidad autoral (tanto en la letra como en la música), y cuenta con una interpretación estupenda por parte de los actores-cantantes que demuestran que un artista de las tablas si es versátil y amplía sus fronteras interpretativas, logra una dimensión que no tiene que ver con la popularidad sino con el reconocimiento al talento y a la formación. La mayoría de los actores de la obra son poco conocidos por el gran público pero descuellan en sus roles; Matías Mayer en el rol de Gabriel impresiona gratamente por su presencia y despliegue escénico. Todos conocen a la perfección sus registros musicales y son impecables en el desarrollo de las escenas dramáticas como en los pasos de comedia (Chiesa y Dente brindan momentos estupendos cuando apelan al humor). Casi Normales -Next to normal- es un viaje al interior de una familia moderna y también una exploración en la psique de los protagonistas. Los miedos, las deudas afectivas, los dolores y las carencias, aflorarán con toda crudeza para sumergir al espectador en un mundo de realidad controversial y en el drama abismal de las tensiones de la mente y los sentimientos enfrentados. Escenografía, sonido, iluminación y arreglos orquestales en vivo colaboran con una puesta por demás lograda y a tempo. En suma: altamente recomendable, o mejor aún, imprescindible.

Título: Casi Normales
Autor: Brian Yorkey
Dirección: Luis Romero
Fecha de estreno: 28 de abril de 2012
Elenco:
Diana - LAURA CONFORTE de La Novicia Rebelde. Dan - ALEJANDRO PAKER de Cabaret Natalie. FLORENCIA OTERO de Despertar de Primavera. Dr. Madden - MARIANO CHIESA de Avenida Q. Henry - FERNANDO DENTE de Hairspray y Sweeney Todd. Gabriel – MATIAS MAYER. Natalie 2 - MANUELA DEL CAMPO.

Libro y Letras: Brian Yorkey

Música: Tom Kitt
Escenografía: Marcelo Valiente
Vestuario: Pablo Bataglia
Iluminación: Marco Pastorino
Dirección Musical: Gaby Goldman
Producción General:Javier Faroni

Ricardo Tejerina 

miércoles, 16 de mayo de 2012

PUERTO LATIDO

Ricardo Tejerina

COMENTARIO: un muelle, un puerto, siempre una esperanza. Avistar tierra, saberse en lugar seguro, es la búsqueda infatigable de la humanidad. El sol asomando refuerza esta idea que se afirma en la certeza de un mañana mejor. Esta imagen de la alborada en el Mar Caribe es la de mi puerto, la de mi visión perenne de un sereno porvenir. 

lunes, 14 de mayo de 2012

EL ALJIBE DEL CONVENTO

Ricardo Tejerina


COMENTARIO: siempre consideré a los aljibes como construcciones de singular belleza. También, queriendo o no, les asigné cualidades mágicas y extraordinarias. Tiendo a pensar que en su profundidad recóndita habitan seres elementales poco dispuestos a hacerse ver, como si considerasen al mostrarse una inopinable vulgaridad. Este aljibe está ubicado en el patio del Convento de la Popa en los altos de la ciudad de Cartagena de Indias, y por cierto tiene todas las características que les he mencionado anteriormente.

sábado, 12 de mayo de 2012

CRECER DE GOLPE

Ricardo Tejerina

COMENTARIO: Esta fotografía la tomé en las afueras de la ciudad de Salta. La obra que ven inmortaliza al animal autóctono y se levanta imponente en la convergencia de varios caminos. El tamaño de la misma me indujo la idea que resumí en el título de la fotografía. Lo pequeño puede crecer de golpe y alcanzar, así, su verdadera dimensión.


domingo, 6 de mayo de 2012

EDUCAR AL SOBERANO


Algunos días atrás nos enterábamos por los diarios que las autoridades de la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano de la Provincia de Córdoba, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba, (como el Nacional Buenos Aires o el Carlos Pellegrini dependen de la UBA), impulsaban la sustitución del examen de ingreso por un sistema de sorteo, so pretexto de tratarse de una medida inclusiva, consistente con la idea de optimizar los beneficios educativos dirigidos al conjunto de la población.
Presentado el hecho trataré de alejarme de los lugares comunes y maniqueos, proponiendo un análisis reflexivo de carácter objetivo, a favor del debate de un tema tan profundo como lo es el derecho a la educación. Más aun porque infiero que este tipo de episodios ponen mucho más de relieve a las carencias de los que deben enseñar, que las dificultades de los deben aprender.
La pregunta que me formulo consiste en saber si es posible educar con valores controversiales. Dicho de otro modo: se trata de analizar si un ámbito como el de la escuela debe privilegiar el mérito o, en su defecto, apoyar sus convicciones en el azar.
Repasemos juntos los usos de uno y otro:
El azar, por definición lúdico, corresponde a la órbita de aquello en donde el hombre no interviene, sino que es una delegación en la Providencia, algo que está más a allá de la voluntad humana y también de su razón. Supone un estadio indefinido, donde se combinan fuerzas y sentidos que no provienen del conocimiento, sino de algo arbitrario y sin ordenamiento que es la suerte. Generalmente se someten a esta arbitrariedad lúdica cuestiones menores, aquéllas que no implican definiciones trascendentes, relevantes o gravosas; verbigracia: la elección de un arco en un partido de fútbol, la obtención de un ticket para un espectáculo, un número en la Quiniela, etcétera. Sé que podrían decirme que también se sortean vehículos en un plan de ahorro y que –cuando estaba vigente– se definía quién hacía el servicio militar y quién no, y que ambas cosas parecen –y de seguro lo son– más importantes que quién saca primero en un partido de tenis.  Entiendo que se llega a esa instancia cuando se carece de otras, o cuando al que las promueve poco le interesa el resultado que el procedimiento arroje.
En el caso de los automóviles (o de cualquier otro bien) ocurre porque al organizador del plan le da lo mismo “A” que “B”, puesto que ya tiene asegurado el pago de la unidad por parte de todos los demás suscriptores. La licitación es su orden verdadero de acuerdo a valor. Respecto del servicio militar el sorteo era porque las Fuerzas Armadas no tenían la capacidad de absorber a la totalidad de la población alcanzada, y su preocupación no era profesionalizar la actividad, sino ejercer el mando vertical y degradante con cualquier cristiano que cayera bajo su arbitrio.
En ninguno de los casos tiene importancia el quién (y en el caso que nos ocupa “el quién” es el educando, nada menos). Ni a la empresa que entrega el auto –que como hemos dicho, ya cobró– le interesa, ni a los militares les preocupaba, porque de ese modo justificaban su presupuesto. El sorteo era la solución a sus problemas, un recurso sencillo y aséptico. Una declaración tácita de: “yo no fui”.   
Otros tipos de ordenamientos que no se resuelven por intermedio del azar exigen distintos grados de compromiso. A diferencia del proceder lúdico, el mérito conlleva implícito un valor. Se accede porque se gana el derecho, y se pierde esa posibilidad porque no se calificó para lograrla. Lo obtenido ha demandado esfuerzo y sacrificio, pero, a cambio, otorgará reconocimiento y prestigio. José Ingenieros decía en su libro Las fuerzas morales que el digno no pide porque merece. Quien ha obtenido un lugar por mérito es digno de él, por ello es que no debe pedir a la gracia ni al azar aquello de lo que se ha hecho acreedor en buena ley y por derecho propio.
En este punto incorporo el elemento que se ha aducido a favor del azar. Se dijo que quienes tienen menores recursos están en desigualdad de oportunidad respecto de los que disponen de más. Es cierto. Las posibilidades que brinda una economía consolidada son muchas más que las que tiene a su alcance otra vulnerable, es, casi, una verdad de Perogrullo; pero, ¿recurrir al sorteo no es, acaso, una declaración de impotencia del sistema? Una silenciosa confesión culposa por no haber hecho lo necesario para resolver –antes– los problemas de la niñez y la adolescencia. Creo que sí.
De todos modos, cuidado con los prejuicios, porque más allá de las desigualdades económicas de origen, son infinitos los casos de alumnos que han superado ese escollo y ganado el lugar que les correspondía por capacidad y tesón. Asimismo, son también incontables los ejemplos de intelectos desperdiciados provenientes de hogares más acomodados.
Ahora bien, aventuro que el tema no es “sortear las vacantes escasas”, sino ampliar la oferta educativa y planificarla de acuerdo a las necesidades reales de la sociedad. Eso se parece más a la inclusión que el mero azar. Convengamos que si reducimos una política inclusiva al sorteo, flaco favor le hacemos al paradigma de la equidad.
Si al Estado le interesase educar de verdad, lo que debe hacer es universalizar las condiciones de acceso a la educación básica, preparativa y formativa, y garantizar que en las escuelas se dé clase. Si esa educación es adecuada y de calidad, nuestros chicos llegarían mejor preparados para enfrentar con éxito exámenes de ingreso u otras alternativas que requieran competencias. La escuela pública debe recuperar el liderazgo educativo. He allí la verdadera justicia social: más escuelas que enseñen, para más chicos que aprendan.
A medida que se avanza en el camino del estudio las ofertas educativas se restringen, al punto tal que todas las universidades nacionales tienen definidos sus propios procesos de ingreso por razones de cupos, y si bien todos son distintos, en ningún caso el sorteo es el método. Devienen al menos curiosas las formas innovadoras de estos tiempos, donde en aras de un supuesto “para todos” se arremete contra procedimientos perfectibles pero no por ello innobles (vale aclarar que “todos” y “ninguno” en un punto se relacionan: recordar que la soga se ata por los extremos, y cuando estos se ligan, ambos se confunden).
Si bien cualquier modelo de selección puede tener aspectos mejorables y/o consecuencias no deseadas, si el mismo hace eje en algún valor reconocido socialmente –la idoneidad por caso–, su aplicación resulta razonable. Por el contrario, ¡cuánto más terrible sería que un chico humilde pero de gran potencial perdiera su oportunidad de estudiar simplemente porque tuvo mala suerte! A fe digo que no conozco mayor y descarada injusticia, y, por cierto, no hay relato que pueda refutar esa categórica verdad.
Hasta la próxima mirada. 
El Ojo Críptico

sábado, 5 de mayo de 2012

SENDERO HÚMEDO

Ricardo Tejerina

COMENTARIO: el cañón que observan corresponde a la isla de San Andrés, Colombia, y desemboca en una  formación natural que hace que el agua sea expulsada hacia arriba produciendo un sonido similar a un potente silbido. Por tal motivo se lo denomina "Hoyo Silbador". A mí me produjo la sensación de un camino de agua que esconde un misterio en su profundidad. 

jueves, 3 de mayo de 2012

LIBERTAD AMERICANA

Ricardo Tejerina

COMENTARIO: se trata del Monumento a la Independencia ubicado en la entrada de la ciudad de Humahuaca, en la provincia de Jujuy de la República Argentina. Dado que Humahuaca se encuentra en una depresión del terreno, el monumento está emplazado en la parte superior de las anchas escalinatas que permiten acceder a la ciudad. Esa disposición hace que se combinen la potencia simbólica con la espacial. Es una obra conmovedora en todo sentido.

martes, 1 de mayo de 2012

PESCADOR DE ALMAS

Ricardo Tejerina

COMENTARIO: la soledad de una caña en un muelle de pesca cualquiera de la Costa Atlántica me invitó a una suerte de reflexión ontológica. La inmensidad natural, las fuerzas vivas del universo, los sonidos rumorosos del mar calmo, me llevaron al convencimiento de que estamos para ser parte de todos esos misterios.